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MEXICO, DF.
Luego seguí hasta México DF ( 3930 msnm) y busque la dirección que me habian dado de un Hotelito familiar, privado, limpio y buen precio. Al día siguiente fuí al Consulado Argentino a retirar mi correspondencia y otra de las cajas de Gilera Argentina. Esta sí que era grande. Pensé que me mandaban un tanque. También retiré las dos gomas de Pirelli. Fuí al Hotel y la dueña me ofreció usar un garage vacío que lo usaba un Norteamericano en todos los inviernos del norte y que lo pagaba por año entero. Tenía tiempo para usar el material recibido de Gilera, me dije y fué gratis, El hotel pertenecía a una familia de Guadalajara y la gerente vivía allí y era muy guapa de unos 40 años y junto a las muchachas que limpiaban las habitaciones hicimos como una hermandad. Todo con mucho respeto. Estaba en muy buen lugar, a lo que se le decían la zona de la Alameda. Volví al consulado porque debía pedir una certificación para solucionar un problema de seguros y garantizar que estaba de paso. En ese momento conocí a Lousteau, quien fuera famoso jugador de River Plate y que trabajaba en el Consulado. Muy agradable y me ayudó a conocer algunas de las cosas que debía tener presente en la Ciudad. También me comentó de una Radio que le gustaba hacer reportages a argentinos. Teléfono, dirección y consejos... Otra dirección fue la del argentino, Riojano, llamado Pedro Rocasalvo.
Estaba en un area privilegiada, cerca del Monumento al Angel, Cristobal Colón, Cuauhtemoc, el Palacio de Bellas Artes en la Alameda, Torre Latinoamericana, El Zocalo, etc.etc. Claro dije cerca pero no dije tan lejos, había que caminar y los primeros días, por la altura, resoplaba a la media hora. Había que caminar. A veces salía con la moto pero me veian extraño y la policia me paraba cada rato y pedian alguna donación...Un día les dije que viajaba gracias a la caridad de la gente y casi me lleva preso.
Me decidí llamar a Pedro y me vino a buscar. Tipica imagen de un riojano, bajo y sonriente. Me llevó a la casa y conocí a su esposa e hijos, muy niños. La pregunta obligada: que se te dió por hacer este viaje? y la respuesta normal: viajar y conocer. Pedro comenzó por su historia. El y su hermano se lanzaron a las rutas con la idéa de llegar a EE.UU, pero en una bicicleta Tanden. Se imaginan? 2 ruedas, dos pares de pedales, dos cadenas sincronizadas, 2 manubrios y dos tipos haciendo fuerza...una locura. Pedro, le dije, Ud. me hace sentir avergonzado, lo suyo es una verdadera proeza.!!..y adonde llegaron pregunté? Detroit, EE.UU. me dijo como si me hubiera dicho al negocio de la esquina...Hablamos de las peripecias del viaje, las discusiones con su hermano, que a veces no pedaleaba. Dos veces les habían robado la bicicleta, una en sud América y otra en Centro América pero que facilmente la volvían a encontrar. Me contó que se había enamorado de su esposa al pasar por el DF. y que le habia prometido que volvería para casarse con ella, y así fué. Ahora en Mexico se dedicaba a hacer filmaciones de fiestas comerciales, familiares, casamientos, cumpleaños y que se yo cuanta cosa que la gente en Mexico y muchas otras partes acostumbra. Quiso ver la motocicleta y nos fuimos al hotel, de paso me señaló la dirección de la Radio XELZ. que estaba a unas 5 cuadras. Todo a pedir de boca. Miró la moto y me dijo que estaba loco. Y me preguntó "y si se te rompe que hacés? Pedro me dijo a mí que estaba loco? Le contesté: me compro una bicicleta y termino el viaje..pero no tanden....Y para quien viajó en una tanden , que calificativo merece? y me contesta muy suelto de cuerpo: Aventurero!!
Es verdad, me había ganado...
Terminamos comiendo algo y me llevó a la Radio. No quiso entrar y se fué a su casa. La radio funcionaba en una casona grande, muy colonial y aparentemente costosa. Con una puerta enorme de hierro, estilo español, que daba a un jardín previo a la entrada. Un Sr. me recibió, me dijo que del consulado les habian llamado para avisarles que en cualquier momento yo llegaría. En la oficina estuve unos 10 minutos sin que nadie viniera hasta que llegó una Sra. bien guapa de unos 30/35 años y se presentó como Ana Cristina Zetina, dueña de la emisora, me dijo que su finado marido había sido diplomático en Argentina. Ana Cristina era de cabellos claros ondulados, de corte facial español de grandes ojos color miel y de cuerpo "excelente", mediría 1metro 70 cms. Yo 1 mt.85cms. Le conté brevemente lo del viaje y me invitó a que viniera todos los días para un programa que se llamaba Reminiscencias del Plata, dedicado a Argentina y Uruguay, que subvencionaban los consulados y algunos comerciantes. En ese programa podía desarrollar temas con absoluta libertad y me preguntó donde me hospedaba. Me pidió que volviera al día siguiente y conversaríamos de los detalles. No habia podido decir casi nada!!! me había contratado sin esperar mi respuesta y me trataba como si nos hubiéramos conocido anteriormente, me tomó la mano sin soltarme y me acompaño hasta la puerta diciendome hasta mañana. Volví caminando al Hotel, turbado por el arreglo y saqué de la maleta mi ropa, hice correr la ducha lo mas caliente posible para que hiciera vapor y colgué camisas y otras cosas para que se quiten las arrugas y me tire en la cama quedandome dormido. La altura me golpeaba duro, y el sol en esa ciudad quemaba a pesar que esa zona estaba muy arbolada. También lo de esta Sra. Ana Cristina me había atrapado. Demasiado para un día. ©
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